martes, 17 de marzo de 2009

Mas Tinta Que Papel


Junio 1962, nace un personaje que aunque parezca poco significante al final resulta ser alguien, realista y muy divertida. Una niña que a pesar de sus 6 años tiene una gran visión de cómo es el mundo después de pasar la puerta de su apartamento. Mnmn, ¿no adivinan? Claro, su nombre es Mafalda; fue creada por el dibujante argentino llamado Joaquín Salvador Lavado o mejor conocido como QUINO.

Yo tenia solo 8 años, y, afortunadamente esa colección ya estaba en casa, (al poco tiempo llegaron unos pequeños monstruos y lo desaparecieron jaja), recuerdo haber leído la mayoría de tomos creo que fue el primer libro que había tomado en serio y donde nació el gusto de deleitarme en algo que no fueran los postres, me conformaba con solo pasar la mirada por algunas letras y en ocasiones únicamente dibujos.

Al principio era tan solo un libro en el cual no tenia largos y tediosos textos sino todo lo contrario todo se iba desarrollado en pequeños cuadros con imágenes muy divertidas que a veces no era necesario que tuvieran un dialogo sino simplemente teniendo poca imaginación ya sabias lo que pasaba después. Pasó el tiempo ya mis gustos cada vez se hacían mas exigentes se quedo en mente como un recuerdo de la niñez, hasta que hace algunos meses ese gusto de mi infancia volvió cuando me fue obsequiado un maravilloso numero en donde viene el principio y el fin de esta obra argentina, en ese momento, dentro de mí, sabia que era el regalo perfecto que hace un tiempo no recibía, aunque, no fue externado en ese instante.

En lo particular, esta historieta es muy exquisita, fresca, con mucha imaginación pero sin perder ese sentido de llevarte de manera graciosa al mundo real, al mundo que ya desde esos años era cruel, violento, en donde el poder era para hacer mas grandes a unos y aun mas pequeños y miserables a otros.

Pero hubo una ocasión en la que me enfoqué y traté de comprender en si, cual era la verdadera intención de todo eso que leía y fue cuando me di cuenta que Mafalda, actuaba de manera sarcástica e imprudente, sin mascaras, la verdad de las cosas; empezando con la mamá, típica ama de casa preocupada por su familia aunque en ocasiones Mafalda no lo veía de esa manera y mas cuando la atacaba en la hora de la comida con el genial plato de sopa, o el papá aficionado del cuidado de las plantas y en contra de las fastidiosas hormigas que atacaban con gusto las hojas. Ya en su entorno amistoso , es aun mas genial comenzando por Felipe, es un niño que sin que diga nada ya te causa risa, imaginativo y muy amigo de Mafalda todo es normal para él, excepto por su amor platónico por una niña, Manolito, lo rigen ideas capitalistas y conservadoras, con un padre dueño de un almacén y el sueño de este individuo es tener una cadena de almacenes, es hora de hablar de Susanita, una nena común que vive en su mundo color de rosa en donde su máximo es ser mamá y tener muchos hijitos, y bueno faltan algunos, pero creo que son los mas chistosos y creativos.

Y sin dejar de mencionar a los demás personajes que van apareciendo pausadamente dentro de la historia.

Y para finalizar, esta obra es un ejemplo maravilloso de creatividad argentina, desde la primera vez que lo leí m identifique mucho con esa niña, empezando por afición de escuchar The Beatles y el pájaro loco desde esa edad empezaba a proyectar mis ideas grilleras siempre en contra de lo absurdo de la sociedad, del gobierno, en general de mundo, nunca me ha gustado la violencia, mucho menos la discriminación ni la humillación al prójimo (aunque a veces lo merezcan).

Pero no todo es tan malo, al tener ese libro en mis manos pude apreciar pequeños momentos en los cuales mis mejillas y mi estomago no soportaban el movimiento de una carcajada mas. Y eso hacia aun más placenteras las horas de mi niñez que pasaba en el jardín leyendo este libro.



Escrito por: Greta Jimenez Vega

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